Cuando el Paraná es energía: puertas adentro de Yacyretá | Diario Época

2022-09-09 12:56:07 By : Ms. wanda chen

Una mirada desde el interior de la megainfraestructura que alimenta a gran parte del sistema de interconexión eléctrica del país. Una especie de "ciudad" que entreteje la elevada especialización técnica y la política internacional.

A las 7:07 del domingo del 16 de junio de 2019, "un colapso" en el sistema nacional de interconexión dejó sin luz a casi todo el país. Era el Día del Padre, gobernaba Mauricio Macri y los ciudadanos de 4 provincias concurrían a las urnas para elegir autoridades en un año de efervescencia política.

Entonces, todas las miradas estaban puestas en Yacyretá, la principal generadora de energía eléctrica del país. Una falla en la línea argentina N°3 causó lo que luego se denominó en la prensa como "El apagón del siglo".

Fue un corte histórico y permitió dimensionar la importancia del aporte de la central hidroeléctrica al Sistema Argentino de Interconexión. Sucede que Yacyretá produce casi la mitad de la energía hidráulica del país y aproximadamente el 14% de la generación total para el SADI.

Desde el año pasado, la línea en la que se identificó la falla está nuevamente en servicio, luego de 113 días de trabajo. Un permanente monitoreo y mantenimiento (cada 8.000 horas) se realiza hoy en la central que opera gracias a las aguas del río Paraná. En el complejo se avanzó con un proceso de modernización de las turbinas y la incorporación de tecnología a sus respectivas unidades de control. Además, la Entidad Binacional (EBY) ejecuta una de las obras más importantes del país: la central del brazo Aña Cuá, que ampliará en un 10% la potencia de Yacyretá.

"Tenemos tres líneas saliendo hacia Argentina y dos hacia Paraguay", indicó a época el responsable del área de operaciones, Guillermo Ruiz. Desde la Sala de Control de la CHY (Central Hidroeléctrica Yacyretá), varias pantallas permiten observar el funcionamiento de cada uno de los sectores. El protocolo indica que el operador, en caso de buscar una alarma, debe ir profundizando sector por sector, detalle por detalle.

Así, imágenes rojas y verdes se intercalaban en los monitores. "Lo que está en rojo no está en operación porque ahora tenemos un bajo aporte del río", indicó el operador en referencia a uno de los hidrogeneradores.

En la central funcionan 20 turbinas Kaplan, las cuales fueron diseñadas para Yacyretá. Su hélice tiene 5 álabes o palas y cuenta con un rodete de 9,5 metros diámetro que, cuando gira, por allí atraviesan unos 800.000 litros de agua por segundo. La fuerza del agua en movimiento se convierte luego en energía eléctrica.

Cada hidrogenerador está en un sector que se comunica con el embalse y un canal de restitución (aguas abajo del Paraná). "La diferencia de altura hace que podamos generar, convertir esa energía potencial en energía eléctrica", indicó Ruíz al mostrar los gráficos de un corte de la Sala de Máquina desde el Centro de Control de la central. Además, integran esta infraestructura las compuertas de la represa que se utilizan en caso de emergencia o de mantenimiento, entre otros elementos o componentes.

Donde brilla la luna Yacyretá lleva el nombre de la isla en la que se asienta la represa que logró seccionar una parte del Paraná. El vocablo, de origen guaraní, significa "donde brilla la luna". También hace referencia a "aguas difíciles" y pareciera que la megainfraestructura resguarda una historia en la cual subyacen las ambivalencias de dichas acepciones.

En 1973 se firmó el Tratado de Yacyretá entre Argentina y Paraguay, creándose así la EBY. El 3 de diciembre de 1983 comenzaron las obras para inaugurarse, finalmente, el 2 de septiembre de 1994. La última turbina, la número 20, recién se puso en marcha en 1998. En 2011 llegó a la cota 83 sobre el nivel del mar que permitió completar el llenado del embalse.

Antes de ello, las turbinas generaban un constante temblor sobre la sala de máquinas, según contaron a época durante el recorrido por la CHY. Hoy, reposa la apacibilidad sobre la galería de al menos 800 metros de largo.

Paso internacional Para llegar al complejo se debe atravesar el puente sobre el coronamiento de la represa, previo trámite por Migraciones. Hoy, el paso internacional que conecta Ituzaingó (Argentina) con Ayolas (Paraguay) está cerrado al tránsito general, tras un breve período de apertura en 2019. En 2020 la pandemia obligó a bajar las barreras en las fronteras y hoy existen conversaciones entre Cancillería argentina y la República del Paraguay para habilitar un servicio de transporte de pasajeros por turnos.

La medida de mantener el cierre generó controversia entre el Gobierno de Corrientes y Nación. El intendente de Ituzaingó Juan Pablo Valdés, manifestó a época la necesidad de reabrir el paso debido al impacto negativo en la dinámica económica y vecinal en la zona. Además, hubo un discurso crítico contra la entidad y reclamos de compensaciones por parte del gobernador Gustavo Valdés, durante los actos por las fiestas de su terruño. "Miran para otro lado", cuestionó entonces.

La consejera de la EBY por el lado argentino, Ana Almirón expresó a este diario que "no hay" una intencionalidad política en el cierre del paso y recordó el compromiso de apertura del presidente Alberto Fernández durante su última visita. Sin embargo, remarcó planteos de seguridad que realizó la entidad para la rehabilitación del tránsito liviano. Para Yacyretá, la circulación debe ser "controlada", ya que "hay permanente movimiento de materiales por el mantenimiento de la represa y por la obra de Aña Cuá", según indicó la correntina.

El recorrido que realizó época implicó avanzar un tramo de áreas que requieren de resguardos en la circulación por la instalación de grúas, al costado del camino donde se realizan trabajos de mantenimiento de la represa. Éstos son permanentes, según explicaron desde la entidad.

En Aña Cuá, en tanto, se movilizaban camiones de grandes dimensiones para el transporte de materiales y de grandes piezas de la futura central hidroléctrica. Y, al menos en dos ocasiones, se debió interrumpir por unos minutos el viaje porque las grúas se hallaban realizando tareas de mantenimiento en el acceso a la zona de obra.

Allí se está realizando el montaje de las primeras piezas electromecánicas y la construcción de la casa de máquinas.

"Nos abocamos en hormigones estructurales de la casa de máquinas. En este momento estamos trabajando fuerte en las instalaciones de la nave de montaje. También estamos trabajando en los bloques de las unidades 1, 3 y 2 (donde estarán las turbinas), en esa secuencia", explicó a época Martín Peña, el jefe de producción del área civil de la obra. Allí trabajan unos 800 obreros de ambos márgenes del río, en diferentes turnos.

"Te acaricia el Paraná" "Si no te besa la luna/ te acaricia el Paraná", versa el cancionero popular y sobre el área de embalse, como una caricia, los hilos de sol replicaban sobre la transparencia de las aguas que conectaban con las reminiscencias de la naturaleza de Ituzaingó y de las reservas de Yacyretá.

Debido al impacto ambiental que generó la construcción de la represa, con la inundación de superficies y relocalizaciones de familias, y tras la cesión de terrenos de Corrientes, la EBY debe financiar a perpetuidad el sostenimiento de áreas protegidas para equilibrar el desbalance. El pasado martes se renovó un convenio con el Ministerio de Turismo para desembolsar 35 millones de pesos al financiamiento del mantenimiento, operaciones de campo y estudios de la biodiversidad en las reservas.

"Este convenio implica que Yacyretá financie a Provincia las operaciones de mantenimiento de las reservas naturales y de las unidades de reserva que están en Yacyretá", explicó a época el responsable de Medio Ambiente de la EBY Diego Peña. En Corrientes hay 9 áreas protegidas que suman más de 113.000 hectáreas.

Grandes dimensiones En Yacyretá, las dimensiones son de gran magnitud. "El hormigón utilizado para su construcción es el equivalente a dos autopistas de La Quiaca a Ushuaia y la cantidad de arena utilizada, el equivalente a rellenar cuatro estadios de River Plate", graficaron durante el recorrido.

El edificio de la central tiene 70 metros de altura, 80 de ancho y más de 800 metros de largo. El equivalente es una construcción de 20 pisos sobre 80 manzanas. En el interior, los trabajadores se movilizan en bicicletas, dado las grandes distancias entre las galerías.

Allí trabajan más de 6.000 personas en todas las secciones, incluyendo administración, según informó Almirón a época. El 50% son argentinos y el otro 50% son paraguayos. De esta manera, se da cumplimiento al Tratado bilateral.

Por este acuerdo, además, la distribución de energía debiera dividirse en partes iguales, sin embargo, Argentina compra a Paraguay con adicional de 3 dólares. Al vecino país se destina aproximadamente el 15% de la producción.

Potencia "En el diseño original fueron tres líneas argentinas de 500 kws y dos líneas de 220 kws. En ese momento, la demanda para el sistema paraguayo no justificaba una inversión de 500 kws porque la demanda era muy chica; tampoco había líneas de transmisión desde la generación hacia los centros de consumos como Asunción y otras ciudades. Como Paraguay fue demandando cada vez más, se fueron haciendo las inversiones para transmitir en 500 kws", explicó el responsable de Operaciones Guillermo Ruíz, sobre la cantidad de líneas montadas para Argentina y para Paraguay.

El técnico, a su vez, explicó que los transformadores toman la tensión del generador de 13,2 kw y lo llevan a 500 kw y de allí salen las líneas de distribución.

Al momento de la visita de época a la represa, la demanda de potencia era de 17.000 Mws. Ruiz explicó que Yacyretá no sólo cobra por los servicios de generación, sino también de regulación de la potencia.

Sucede que la demanda domiciliaria e industrial no se puede detener. Ésta varía con las horas y el pico máximo fue de 22.000 Mws.

"Lo que hace la generación es compensar. Esos servicios de compensación se llaman regulación de la potencia. En cada apartamiento que hay entre generación y demanda, para que no se desestabilice el sistema, la máquina tiene la capacidad de regular la velocidad y de allí, la frecuencia. Estos son servicios de regulación que también se ofrecen al SADI o al sistema de interconectado nacional del Paraguay. Es un ingreso adicional que tiene Yacyretá", explicó luego.

El descenso a las fauces de las turbinas El ascensor de la central no marca pisos sino cotas de metros sobre el nivel del mar. A la sala de control se ingresa descendiendo sobre la estructura. La sala de máquinas se ubica en la cota 83, sobre la superficie del embalse. En este nivel se pueden visualizar los cabezales de las turbinas.

El cabezal Kaplan cuenta con un generador. Y el eje de la turbina se conecta con un cojinete de empuje.

El camino de descenso implica atravesar varios niveles cada vez más claustrofóbicos que en lo visual se asemeja a una suerte de submarino de grandes proporciones. Y sobre el canal de descarga se oye, a lo lejos, la vibración de las turbinas, como trueno encendido. La diferencia de altura permite que el movimiento del agua se transforme luego en energía eléctrica.

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