Mountain Bike 6 sep. 2022 17:09 Redacción

Cuando parece que queda poco por descubrir y las mayores innovaciones se limitan a retoques geométricos, llegó una bici como la Bold Linkin con nuevos conceptos y una estética rompedora. Tras la vinculación de la compañía con Scott, el modelo Linkin adopta las mejores tecnologías de cada marca para crear una de las bicis Trail más imponentes que han pasado por nuestras manos. La hemos probado a fondo durante una temporada y aquí te contamos sus secretos.

Cuando se mira a la Bold Linkin por primera vez es cautivadora, además de su amortiguador integrado, es imposible no pensar que a ese basculante de una pieza le falten articulaciones.

Fijándonos desde cerca con detalle podemos apreciar las dos bieletas que unen el basculante al triángulo principal y que conforman una suspensión trasera de pivote virtual. En el caso de nuestra unidad de pruebas ofrece 150mm de recorrido, aunque hay otra versión con 135mm.

La bieleta inferior tiene uno de sus ejes de giro concéntrico al pedalier y es la que, en su parte interna, se ancla al amortiguador. Siendo una bieleta muy pequeña pero con enormes rodamientos sobredimensionados, transmitiendo una gran rigidez al basculante. La bieleta superior queda muy integrada y oculta detrás de las formas del basculante, con un resultado estético muy llamativo.

El amortiguador, en el caso de esta Bold Linkin y a diferencia de su versión anterior y de la conocida Scott Spark, queda en posición horizontal, justo delante del pedalier. De esta manera el centro de gravedad queda lo más bajo posible.

Para el ajuste del sag, tenemos una escala de porcentajes junto al pedalier y un indicador va girando conforme se comprime la suspensión. Además se incluye un pequeño imán que deja registrada la máxima compresión alcanzada, aunque en nuestra unidad de prueba no disponíamos de él.

Para los ajustes del amortiguador tan solo tenemos que retirar una tapa protectora en la parte baja del cuadro y tenemos acceso a la válvula para variar la presión y al ajuste de rebote. Para manipular el cable del mando remoto sí tenemos que desmontar el amortiguador pero, como comentaremos más adelante, es una operación tremendamente sencilla, más que en la mayoría de bicis con amortiguador externo.

La relación de Bold con Scott hace que las bicicletas bajo la firma de ambas compañías se beneficien mutuamente de sus respectivas tecnologías. Por ejemplo, en la Linkin tenemos un cuadro fabricado con fibras HMX, utilizadas en la gama alta de Scott.

También contamos con un amortiguador Fox Nude que, junto al afamado mando TracLoc, nos otorga tres modos de funcionamiento muy diferenciados.

En abierto nos ofrece los 150mm de recorrido con toda su capacidad de sensibilidad y absorción. En la posición intermedia, no solo cierra la compresión del hidráulico, sino que además modifica la cámara positiva de manera que reduce el recorrido de la suspensión a 100mm y, lo que es más importante, se reduce también el sag, lo que altera ligeramente la geometría, haciendo a la Linkin más escaladora.

La tercera posición es el bloqueo que, aunque no llega a ser total, sí es muy firme. En este caso el mando no es el TwinLoc, ya que la horquilla Fox 36 con el cartucho Grip2 no tiene bloqueo, pero lo que sí incluye el mando TracLoc es una tercera palanca para la tija telescópica.

Siguiendo con las tecnologías compartidas con Scott, encontramos una parte delantera del cuadro sin agujero alguno para cableado, y es que comparte con la Spark el sistema de dirección con el cableado entrando bajo el manillar y, no solo eso, sino que también dispone de unas cazoletas que, con un giro de 180º, pueden variar el ángulo de dirección en 1º.

Este cambio de ángulo con el giro de las cazoletas no es el único ajuste geométrico que nos permite la Bold Linkin. En el punto de unión de la bieleta superior con el basculante encontramos un flipchip, el cual podemos invertir para modificar la altura del pedalier en 6,3mm. Con este cambio también se altera ligeramente la dirección en unos 0,4º aproximadamente.

Hay algunos detalles del cuadro a destacar, antes de centrarnos en la geometría.

Por ejemplo, hay que mencionar que su tubo vertical es recto prácticamente en su totalidad, lo que ofrece la posibilidad de albergar tijas largas con bastante recorrido, así la talla S viene nada menos que con 150mm, la M con 170mm y la L y XL con 200mm de recorrido en su tija telescópica.

El basculante de la Linkin viene con unas protecciones ante los impactos de la cadena de excelente calidad, tanto en la vaina como en el tirante.

También en la Linkin se adopta la palanca del eje trasero extraible que esconde dos medidas de llaves torx y una allen de 6mm con la que podemos ajustar gran parte de esta bici.

Y como colofón al estudiado diseño del cuadro hay un detalle que cada vez es más común, y no es otro que el de reservar algún compartimento en el cuadro para guardar alguna herramienta. Pero en Bold todo lo que sea integración parece que lo llevan al extremo, y detrás del protector que hay en la parte baja del cuadro, no solo accedemos al amortiguador, sino que tenemos acceso al “Save the Day Kit”. Este completísimo kit consta de una cámara de repuesto, una bomba, un par de desmontadores y un espacio para colocar un conector de cadena. Además encontramos una multiherramienta muy completa.

La nueva Bold Linkin sigue las últimas tendencias que se vienen implantando y que han demostrado mejorar el comportamiento de las MTB en los últimos años. Pero además, gracias a las cazoletas ligeramente descentradas que encontramos en la dirección y al flipchip que tenemos en el anclaje del basculante a la bieleta, podemos modificarla para terminar de adaptarla a nuestro gusto personal.

Así, en la Bold Linkin 150 encontramos un ángulo de dirección que va desde los 64,2º (con dirección en posición lanzada y flipchip en Low) hasta los 65,6º (invirtiendo ambos ajustes).

Tenemos un generoso reach de 460mm para la talla M y 490mm en talla L que, unido al ángulo tan lanzado nos da una longitud entre ejes de nada menos que 1216mm en talla M y 1253 en talla L. También la altura de pedalier se puede modificar con los ajustes de los que disponemos desde los 340mm hasta los 348mm.

El tubo de sillín es tremendamente vertical con sus 77,4º, esto nos beneficiará mucho en los ascensos a costa de una posición algo menos natural pedaleando en llano.

Como vemos, es una geometría Trail bastante agresiva que parece indicar que la Bold Linkin va a encontrar su terreno en los senderos técnicos y la velocidad.

Así de sencillo. No se nos ocurre una forma mejor de vestir una bici como la Linkin que con esta combinación de lo mejor de Fox, DT Swiss, Sram, Shimano y Syncros como marca propia y con componentes espectaculares.

En la horquilla contamos con una Fox 36 Float Factory con cartucho Grip2 que, con sus 150mm, nos ofrece una rigidez y absorción sobresalientes. El amortiguador, como ya hemos comentado, es un Fox Nude, también en versión Factory.

La transmisión corre a cargo del espectacular Sram XX1 AXS en acabado Rainbow. Grupo que ya hemos probado en muchas ocasiones con funcionamiento intachable y que nos sigue cautivando con su funcionamiento electrónico e inalámbrico. En este caso tenemos un plato de 32 dientes y un cassette 10-52.

Normalmente preferimos la versión 10-50 en el cassette para no tener ese último salto tan acentuado, pero en esta bici encaja a la perfección el 52, con el que podemos subir rampas realmente inclinadas.

En los frenos se cambia Sram por Shimano para montar los espectaculares XTR M9120 con pinzas de 4 pistones.

En las ruedas tenemos otra apuesta segura. Nada menos que las DT Swiss XMC 1501. Ruedas que combinan el afamado buje 240s con llantas de carbono con 30mm de ancho interno.

El resto de componentes los firma Syncros con un gran nivel de calidad y acabados, destacando el manillar integrado Hixon iC Carbon que además de sus espectaculares formas, facilita la entrada del cableado a través de la dirección.

Cuando recibimos la Bold Linkin 150 Ultimate la primera sensación es que estábamos ante una de esas “Concept Bikes” que se presentan en los salones pero nunca pasan a la serie.

La ausencia de amortiguador a la vista y ese basculante compacto del que no se aprecia la unión al triángulo principal hasta que no lo miras bien, la convierten visualmente en una bici única.

Lo primero que hicimos, antes de ponerle pedales fue subirla a la báscula y nos dio la cifra de 14,18kg que, si bien no está nada mal para una bici de estas características y en talla L, no es la referencia que habría que tener en cuenta a la hora de valorarla, ya que en su interior está el mencionado “Save the Day” kit, que es tan completo que en total son 500 gramos exactos los que esconde en su cuadro la Linkin destinados a solventar cualquier avería.

Tras el pesaje hicimos los primeros ajustes de posición y presiones, para lo cual ya tuvimos que retirar la tapa y acceder al amortiguador, tarea que resulta realmente sencilla. El sag de la suspensión trasera se regula de manera tan sencilla, o más aún, que en una bici con amortiguador a la vista, ya que la escala que hay junto al pedalier es muy práctica y útil. Eso sí, al no disponer del pequeño imán que deja registrado el hundimiento nos ayudó otra persona.

Terminados los trámites de ajuste nos pusimos en marcha sobre la Bold Linkin Ultimate.

Hay que decir que nuestra unidad de prueba era una talla L, y normalmente encajamos mejor en una M. Aun así, nos encontramos muy cómodos en cuanto a posición sobre la Linkin ya que, aunque un reach de 490mm es mucho para nosotros, el manillar integrado con una longitud de potencia de 50mm y la posición tan avanzada del sillín con respecto al pedalier hacía que fuéramos suficientemente erguidos.

Empezamos a pedalear por terrenos favorables poniendo atención a la contaminación de la suspensión y a la diferencia de las posiciones del TracLoc. Y nos sorprendió la tremenda eficacia de pedaleo para tratarse de una bici de estas características. En la posición abierta del TracLoc no notamos una oscilación excesiva, de hecho casi no se percibe si no te fijas bien en que la guía de hundimiento junto al pedalier se va moviendo ligeramente. Sin duda el acertado diseño de pivote virtual tiene mucho que ver en ello.

Cuando pasamos a la posición intermedia del TracLoc se atenúan casi al completo las pequeñas oscilaciones con el pedaleo pero, lo que se nota algo más, es un menor hundimiento general de la suspensión. Nos quedamos algo más encima del pedalier, en una posición muy óptima para pedalear en subidas.

La posición más cerrada la hemos usado sobre todo en subidas por asfalto donde, con este bloqueo que prácticamente es total, hemos podido pedalear de pie y sentir un avance más propio de bicis con orientación más cercana al maratón que de una bici tan agresiva como esta Bold Linkin.

No tardamos nada en adentrarnos en nuestros senderos preferidos para ver hasta dónde nos permitía llegar la Linkin, y las sensaciones fueron sobresalientes. No nos sorprende a estas alturas el buen comportamiento de la Fox 36 Float Factory, horquilla que ya hemos probado en muchas ocasiones y que nos brinda una sensibilidad en los primeros milímetros de recorrido inigualable y, al mismo tiempo un soporte y capacidad de absorción brutal a partir del primer tercio de recorrido.

En el caso de la suspensión trasera no teníamos tantas referencias, pero el diseño de este pivote virtual, junto al amortiguador Fox Nude, ha demostrado estar a la altura de la magnífica suspensión delantera. La sensibilidad ante pequeños impactos es altísima y nos permite trazar y conducir la bici con mucha facilidad para afrontar los obstáculos mayores con la mejor disposición. Y aquí también muestra una capacidad de absorción altísima.

Al no disponer del pequeño imán para registrar el recorrido no teníamos referencias del hundimiento máximo al que llegábamos, pero hemos notado un equilibrio perfecto entre ambas suspensiones y no hemos tenido en ningún momento sensación de llegar al tope de la trasera.

Al margen de la tremenda absorción de sus suspensiones, la Bold Linkin 150 Ultimate ha hecho gala de una estabilidad y aplomo a altas velocidades increíble. Su geometría le otorga esas capacidades. Además, el hecho de usar una talla L le daba todavía más aplomo a nuestra unidad.

Debido a la talla, teníamos algunas dudas de cómo se comportaría en zonas más reviradas y técnicas. En nuestras primeras pruebas notamos cierta falta de apoyo en curvas cerradas en la rueda delantera, pero lo solventamos quitando algunos espaciadores bajo el manillar. Después de esta operación la cosa mejoró muchísimo y, a pesar de la longitud de la Linkin en esta talla, hemos disfrutado de una bici muy ágil y que responde increíblemente bien a los cambios de dirección. Aquí notamos claramente su bajo centro de gravedad, que es una de las claves de la Bold Linkin, e incluso nos atrevemos a decir que es su mayor ventaja. Y es que en marcha la Linkin se siente como una bici mucho más ligera de lo que las cifras indican.

A pesar de adaptarnos muy bien a la Linkin tal como venía configurada geométricamente, con la dirección en la posición más lanzada, quisimos probar en una de las salidas a girar las cazoletas de la dirección y sentir el cambio de quitar 1º al lanzamiento de la dirección.

La diferencia de comportamiento la notamos de manera muy clara. La bici se tornó algo más viva, y en todas esas zonas donde no vamos a gran velocidad la Linkin se vuelve más manejable.

Para rutas variadas de Trail, donde no solo subimos a modo de enlace para buscar la siguiente bajada, sino que hay zonas técnicas tanto de subida como de bajada esta configuración es más recomendable. Pero si lo que queremos es conseguir las mayores capacidades de la Linkin en senderos de bajada, la dirección más lanzada nos da ese plus de seguridad a altas velocidades.

En cuanto al flipchip del basculante lo probamos en posición High en todo momento, que es como venía. El pedalier está suficientemente bajo para tener mucha estabilidad y bajarlo más en nuestra zona de pruebas implicaría tocar con los pedales en más ocasiones de las deseadas. Pero para zonas de senderos muy limpios y de pura conducción o para Bikeparks es bueno saber que podemos bajar esos 6,3mm y potenciar aún más la tremenda estabilidad de la Bold Linkin.

En cuanto a los componentes que viste nuestra Bold, no podemos poner la más mínima pega, el funcionamiento es fantástico y fiable al 100%.

Una mención especial haremos a los frenos XTR M9120 que tienen todas las virtudes posibles: una gran potencia, un tacto exquisito, gran ergonomía en su maneta, ligeros y además (aunque esto es personal) una estética muy lograda.

Tan solo tuvimos un problema de funcionamiento y fue causado por el cable de la tija. Al ser una funda tan fina hay que asegurarse de que el trazado que hace internamente sea lo más limpio posible, pues debido a un giro muy cerrado la funda cedió y tuvimos que acceder a ella. Con esta excusa desmontamos el amortiguador para ver mejor y pudimos comprobar en primera persona que es cuestión de un par de minutos. Una vez saneado el problema disfrutamos de un funcionamiento suave y preciso en la tija Syncros.

Después de nuestras salidas con la Bold Linkin 150 Ultimate nos ha quedado claro que es, ante todo, una bici única. Tanto estéticamente, que eso es obvio, como en su versatilidad.

El hecho de poder variar su geometría hace que pueda estar muy cerca de un comportamiento de tipo Enduro, acercándose muchísimo a las capacidades que pueden ofrecer bicis específicas, pero con ventajas en cuanto a ligereza y pedaleo (tanto por su sistema de pivote virtual como por el mando TracLoc y lo que ello conlleva). Pero también se desenvuelve con nota en un uso más rutero, sobre todo variando su ángulo de dirección, y nos permite hacer kilómetros en una bici que se siente ágil y ligera.

Y una cosa innegable es que es una bici llamativa e impactante, así que ir a los mandos de la Linkin, tanto si te gusta como si no, es ser objetivo de todas las miradas.

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